sábado, 15 de febrero de 2014

Cuatro minutos de fuga - Comentario de Chenille Bleu sobre la película de Chris Kraus

"¿Cómo ser libre de un amo que ordena la libertad? Cualquier acto que busque ir más allá de la Ley no hará sino obedecer la Ley. ¿Qué lugar queda entonces, al menos por un instante, para la voluntad del sujeto? La película muestra a la música como aquello que podría dar una posibilidad para encontrar ese lugar."





Para ir más allá de los ordenamientos trazados por la cultura, la transgresión aparece como la única fórmula posible. “Jenny” se estrella con los límites de la ley una y otra vez. La música aparece en esta historia como la marca que los otros han dejado en las protagonistas, algo de lo que no pueden escapar, pero necesario para encontrar lo propio. Ir más allá del lenguaje que posibilita una salida,  una representación diferente.

En nuestra época, el Mercado es la Ley que nos rige y organiza. Está caracterizado por mandatos como ‘Sé libre’ que determinan la elección del sujeto. ¿Cómo ser libre de un amo que ordena la libertad? Cualquier acto que busque ir más allá de la Ley no hará sino obedecer la Ley. ¿Qué lugar queda entonces, al menos por un instante, para la voluntad del sujeto? La película muestra a la música como aquello que podría dar una posibilidad para encontrar ese lugar. 

Cuatro Minutos (2007) cuenta la historia de dos mujeres que comparten una pasión absoluta por la música. “Jenny” (Hannah Herzsprung), de 21 años, acusada de asesinato y con un pasado de abuso sexual, es una chica rebelde, violenta y llena de remordimientos. “Krüger” (Monica Bleibtreu), una mujer mayor, profesora de piano, ex enfermera, muy rígida y exigente con sus alumnos, quien ha sufrido la represión de un sistema injusto debido a su inclinación sexual.

La película se desarrolla en un ambiente gris que va en sintonía con la puesta en escena de los personajes. “Krüger” conoce a “Jenny” en la cárcel donde imparte sus clases de piano a las reclusas. Enseguida ve en ella un enorme talento y de alguna manera le recuerda a un amor perdido de juventud; aprenderá, junto con “Jenny”, a conocerse a sí misma y a aceptar una realidad despiadada que no depende sólo de su punto de vista.

Chris Kraus juega con el público en cada situación que viven las protagonistas en la obra. Se presenta la música como la manera que tiene cualquiera de redimirse. El director logra hacerlo con esta película, cuatro minutos de fuga para encontrarse a sí mismo, buscar lo “propio”, hacerse un camino diferente del que al parecer le ha sido trazado y abrirse a la posibilidad de existir a partir de la música.

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